04 julio 2019

Juan Ignacio Blanco ha dejado este mundo. Feliz regreso querido amigo. El final es el principio


Hace unas horas ha partido de este mundo Juan Ignacio Blanco Durán.


Brillante periodista y criminólogo español.

Una persona con la que tuve el honor y el privilegio de disfrutar su amistad.

Un ser humano que te marca positivamente para siempre como es mi caso.

Su comportamiento y profesionalidad en el caso Alcásser siempre me impresionaron.

Recuerdo con cariño cómo una de las cosas que más me motivaba en esos años noventa era ver sus intervenciones televisivas por las noches en el mítico programa del Mississippi.

Su estilo cautivador, su equilibrio argumental, su innata credibilidad, su elegancia personal, su valentía para denunciar tanta maldad y psicopatía... en fin, su personalidad y buen hacer sellaron mi admiración hacia él.

Mucho tiempo después confirmé en persona todos los atributos observados desde fuera.

Hombre de mundo con una vida impresionante para escucharle durante horas y horas...con sus luces...y con sus sombras...pero con la nobleza de corazón como una bandera que nunca dejó de ondear de manera innata.

Juan era un ser humano muy inteligente y de amplia cultura.

CONVERSACIONES CON JUAN IGNACIO

Y qué decir de esa mirada penetrante que depende a quién se dirigiera era incisiva y contundente o bien cómplice y cálida.

Todo un señor, todo un caballero, todo un patriota, todo un amigo de sus amigos.

Alguien que pudo vivir con comodidad y renunció a ella con un coste extremo porque se hartó de transigir y callar, de mirar para otro lado ante la impunidad y barbaridad de tanto demonio.

El mal se cebó con él pero lo que no pudo evitar es cómo nos iluminó a tantas personas.

Y lo seguirá haciendo con su legado.

Ha sembrado multitud de semillas en muchas mentes y corazones.

Sé que su tránsito ha sido fluido y luminoso...ahora ya sabe y se ha reconectado con su esencia, ésa que parece no existir al nacer en este plano de la existencia.

Juan, fuiste y eres un Gigante.

Gracias, mil gracias por tu humanidad...por tu existencia en este mundo y por tus enseñanzas incondicionales que son las realmente valiosas.

Espéranos en el no tiempo. Y disfruta el Océano de Sueños.

JMRSalinas





1 comentario:

Esther dijo...

Difícil misión la de Juan Ignacio en esta vida. Valiente hasta su último aliento. Desde el cielo hará justicia.