Este artículo señala cómo los dos problemas mayores que tiene España, el problema social y el problema nacional, están íntimamente relacionados, mostrando que los dos tienen causas comunes que deben resolverse y no ser opuestos, como ocurre hoy en Catalunya y en España. El artículo critica al Estado español y a su nacionalismo españolista, responsable de la crisis territorial, así como de la crisis social; pero también acentúa que el nacionalismo catalanista, y su versión independentista dirigida por las derechas, comparte responsabilidad en la creación del problema social y nacional en Catalunya.
Hoy existen dos problemas graves en España, que están relacionados pero en situación distinta a lo que se creen muchas voces, incluyendo de izquierdas. Uno es el problema social, que es el mayor y más urgente, pues la calidad de vida y bienestar de las clases populares se ha estado deteriorando de una manera muy marcada durante estos años de la Gran Recesión (ver “El nuevo régimen social de España”, Público. 21.06.17; “El mayor problema que tiene hoy Catalunya del cual no se habla: la crisis social”, Público, 30.06.17; y “¿Qué pasa en Catalunya? Lo que no se dice en los medios ni en Catalunya ni en España”, Público, 11.09.17). Tal problema debería ser motivo de movilización y respuesta prioritaria por parte de las izquierdas, pues históricamente han sido los instrumentos políticos creados para defender sus intereses.
El otro problema es el problema nacional, resultado en parte de una transición inmodélica que perpetuó un Estado uninacional borbónico, claramente centralizado y radial, origen de las tensiones territoriales que han alcanzado su máxima expresión estos días, en el conflicto entre el Estado español (representante del nacionalismo uninacional españolista) por un lado, y la Generalitat de Catalunya (representante de la versión independentista del nacionalismo catalanista) por el otro.