05 enero 2016

Plan "Rapto de Europa". La pinza entre norteamericanos y rusos para aplastar a Japón y Europa en 1973. Las consecuencias se sienten hoy en día con furza


OPERACIÓN RAPTO DE EUROPA (1973)

OBJETIVO: hundir económicamente y moralmente a Europa y Japón (peligrosos rivales en el concierto mundial).

El arma a utilizar: el petróleo. Se trataba de cortar los suministros a Europa y Japón.
¿Cómo lograr que se cerrasen los grifos de Oriente Medio? ¿Cómo lograr que nadie se diese cuenta de los instigadores que estaban detrás? Provocar la Cuarta Guerra en Oriente Medio.  EEUU y URSS utilizaron todo tipo de estrategias para provocar a los árabes contra Israel.

Guerra fue meticulosamente planeada por Washington y Moscú.
El resultado de la contienda era poco importante. Lo realmente importante era provocar la crisis del petróleo pues EEUU y URSS no dependían del petróleo árabe.
La Gran Crisis del Petróleo - de la que todavía no se ha recuperado el mundo - fue, en definitiva, el resultado del enfrentamiento de millones de árabes contra millones de europeos y japoneses.
Al reducir el flujo de petróleo estrangulando las economías europea y japonesa, los árabes cayeron en la trampa.

El plan Rapto de Europa pretendía y consiguió que antes de la guerra la escena internacional estuviese muy revuelta geopolíticamente. Como ejemplo, el golpe de Estado de la CIA y Kissinger contra Allende, rumores de atentados en las embajadas judías, acciones de extremistas palestinos, campaña contra Nixon, etc.

En los días previos a la guerra los políticos y militares estadounidenses y rusos se encargaron de airear los tambores de guerra (bien planificada por ambos polos).

La Guerra del Yom Kippur (prefabricada) concluyó con la victoria de Israel sobre los países árabes. Estos, productores de crudo, cerraron el grifo a Occidente como represalia por la victoria de Israel.
La maldita guerra tuvo una duración de 21 días. El 11 de noviembre se firmó un acuerdo de paz.
Y los traficantes de armas y vituallas (con el Kremlin y el Pentágono a la cabeza) se embolsaron del orden de 21 billones de dólares...¡en 21 días!
El pueblo árabe y judío nunca supo.








FUENTE: Caballo de Troya 2 (J.J.Benítez)


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