El escándalo y latrocinio de la deuda griega
Este artículo señala las causas 
del crecimiento de la deuda pública griega, incluyendo el diseño de la 
gobernanza del Banco Central Europeo y su actitud preferencial hacia la 
banca privada a costa de los intereses del Estado griego. El artículo 
también defiende las propuestas realizadas por el nuevo gobierno de 
Syriza.
Vimos durante estas últimas semanas una 
campaña mediática movilizada para atemorizar al votante griego a fin de 
que no votara a la coalición de partidos de izquierdas conocida como 
Syriza, una campaña que también pudimos ver aquí en España, donde el 
objetivo era asustar al electorado español, subrayando el desastre que 
supondría para este país que los partidos de izquierdas, como Podemos o 
Izquierda Unida (que son considerados homologables políticamente a 
Syriza en Grecia), ganaran las próximas elecciones a las Cortes 
Españolas, que se celebra a finales de este año.
Gran parte de esta campaña mediática ha 
consistido en tergiversar las intenciones de los que son considerados 
adversarios o enemigos, a los cuales hay que destruir. Una de esas 
tergiversaciones ha sido decir que si ganaba Syriza las elecciones, esta
 partido no pagaría la deuda pública, con lo cual los mercados 
financieros dejarían de prestar dinero a Grecia, con el consiguiente 
colapso financiero que forzaría a aquel país a salirse del euro. En esta
 avalancha de falsedades se ignoran muchos hechos que deberían conocerse
 para entender mejor el problema de la deuda griega y la respuesta de 
Syriza. Miremos, en primer lugar, cómo se ha generado la deuda griega.
Por qué el gran crecimiento de la deuda pública griega
Grecia ha visto crecer la deuda pública 
de una manera muy rápida, pasando de representar cerca del 100% del PIB 
cuando se inició la Gran Recesión, al 174% en el año 2014. Hubo una 
ligera bajada en el año 2012 debido a la reestructuración de la deuda 
acordada entre los acreedores y el gobierno griego, pero en el 2013 
continuó creciendo hasta llegar a los niveles actuales.
Ahora bien, es importante cuando 
analizamos la situación de la deuda pública de un Estado considerar no 
solo el tamaño de la deuda pública, sino también el coste que representa
 para el Estado pagar dicha deuda pública y  quién es el propietario de 
la misma. Si miramos cada uno de estos datos veremos que, aún cuando el 
tamaño de la deuda pública ha aumentado, el volumen de los intereses que
 el Estado griego paga por la deuda han ido, en realidad, bajando: de un
 7% del PIB en el año 2011, al 4,3% del PIB en el 2014. Esta cifra es, 
por cierto, inferior a la de Bélgica e Italia (que es aproximadamente 
del 5-6% del PIB). España, con una deuda pública menor que la griega 
(alrededor de un 100% del PIB), destina el 3,5% del PIB al pago de 
intereses de la deuda (algo menos que Grecia), lo cual no deja de ser 
sorprendente, pues lo que cuesta al Estado español pagar por los 
intereses de la deuda es solo ligeramente inferior a lo que le cuesta a 
Grecia cuando, de hecho, España tiene un porcentaje mucho menor de deuda
 pública que Grecia. ¿Cómo es esto posible?
La respuesta a esta pregunta es que los 
propietarios de la deuda pública en Grecia han dejado de ser los bancos 
privados (sobre todo alemanes y franceses, aunque también españoles) y 
lo han pasado a ser el Banco Central Europeo, el Fondo Monetario 
Internacional y los Estados de la Eurozona, incluyendo España (a través 
del llamado Fondo Europeo de Estabilidad Financiera. FEEF). Hoy la gran 
mayoría de la deuda pública griega la tienen instituciones públicas, a 
saber: el FEFF (formado por 17 países de la UE, entre ellos España, un 
60%), el Fondo Monetario Internacional (FMI, un 10%) y el Banco Central 
Europeo (BCE, un 6%). En España, sin embargo, según datos del Tesoro 
Público, la gran mayoría de la deuda pública es de los compradores 
extranjeros (48%). El resto lo tienen los bancos españoles (30%), 
compañías de seguros privados (7%), planes de pensiones privados (7%), y
 un 8% la Seguridad Social.
¿Por qué la Troika compró la deuda pública griega que poseían los bancos privados?
En Grecia este cambio de privado a 
público ha significado una transformación en la evolución de la deuda en
 Grecia. Las condiciones de pago acordadas hubieran sido mucho más 
difíciles de alcanzar si las negociaciones de la reestructuración de la 
deuda hubieran sido primordialmente con los bancos privados. No fue así.
 Fue con la Troika. En dichas negociaciones se permitió una rebaja de 
los intereses, una extensión de los vencimientos de la deuda pública y 
una entrega de los beneficios directamente al gobierno griego sin 
retenerlo el BCE. Estos cambios explican la caída del coste de pagar los
 intereses de la deuda.
Estos cambios se pudieron realizar a 
costa de que la propiedad de la deuda pública pasara de manos privadas a
 públicas mediante la compra por parte del BCE, del FMI y de los estados
 europeos de los bonos públicos que tenían los bancos privados. Esta 
compra de deuda pública generó también un aumento del tamaño de la deuda
 y respondió a la necesidad de rescatar a los bancos privados (alemanes,
 franceses y españoles entre otros) que estaban llenos de deuda pública 
hasta la médula. De ahí que, cuando parecía que el Estado griego 
colapsaría, la Troika intervino para evitar el daño a la banca privada, 
comprándole deuda pública y facilitando el pago de la deuda por parte 
del Estado griego. Como bien dice el director adjunto del Financial 
Times, el Sr. Martin Wolf, los fondos de la Troika en su compras de 
deuda pública a los bancos privados, no eran “para ayudar a Grecia, sino
 a ayudar al sector financiero privado a que abandonara Grecia” 
(entrevista en el diario ARA, 01.01.15).
La raíz del enorme problema de la deuda 
pública era y continúa siendo el sistema bancario europeo y las normas 
de gobierno del Banco Central Europeo. Este, el BCE, compra deuda 
pública a los bancos privados a unos precios altísimos consecuencia de 
que el mismo BCE no pueda comprar (según su normativa) deuda pública al 
Estado griego directamente. Y para mayor escándalo, los bancos privados 
habían conseguido el dinero para comprar la deuda pública griega nada 
menos que del mismo BCE, a unos intereses bajísimos. Más que escándalo 
es un latrocinio y parasitarismo de lo público por lo privado. Y a todo 
ello le llaman “rescate de Grecia”, cuando es un rescate al sistema 
financiero privado europeo, que incluye desde los bancos privados 
griegos al resto de bancos europeos.
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