Vicenç Navarro
Catedrático de Ciencias Políticas y Políticas Públicas Universidad Pompeu Fabra
Catedrático de Ciencias Políticas y Políticas Públicas Universidad Pompeu Fabra
Tengo que admitir que no soy adepto de la escuela historiográfica que explica lo que ocurre en el mundo como resultado de conspiraciones. Me encuentro más cómodo con aquellas teorías que ven lo que ocurre en nuestro entorno como resultado de conflictos de intereses que se expresan a través de instituciones, cada una con su propia lógica, y dentro de estos conflictos, el existente entre los intereses del capital versus los del mundo del trabajo son de especial importancia para explicar la situación de crisis actual. Habiendo dicho esto, no quiero negar la existencia de conspiraciones o cuasi conspiraciones en el desarrollo de esos conflictos. Y una de ellas es la relación privilegiada que intereses empresariales muy potentes en Europa tienen, en condiciones casi de clandestinidad, con el equipo dirigente de la Comisión Europea y muy en particular con el Presidente del Consejo Europeo Van Rompuy.
La revista más conocida del mundo intelectual progresista en EEUU, CounterPunch, acaba de publicar el artículo “Wrecking the Welfare State in Secret” June 25, 2013, que explica las reuniones periódicas que este Presidente tiene con dirigentes de las mayores empresas europeas -hasta un total de cincuenta- en el club más exclusivo existente en Bruselas -en una mansión por entonces propiedad del banquero François Empain (que había ayudado al rey Leopoldo II a saquear el Congo Belga). En estas reuniones se habla con gran franqueza pues se supone que son off the record, sin prensa en las salas.
Según el artículo del autor David Cronin (autor también de un trabajo que será publicado pronto por Pluto Press sobre la influencia de las mayores empresas en el mundo) y que dice tener información verídica de lo que ocurre en esas reuniones en Bruselas, los empresarios han acentuado en estas reuniones la necesidad de que la UE establezca las bases para conseguir una mayor competitividad, incluyendo entre las más importantes la eliminación del estado del bienestar existente hoy en la mayoría de países de la Unión Europea, la reducción de las pensiones públicas y su privatización, y la desaparición de los servicios públicos como sanidad y educación y su sustitución por servicios privados. Estas reuniones, patrocinadas por la European Round Table of Industrialists (ERT), no tienen actas y no se publica ninguna información bajo su auspicio. Un tema que ha dado mucho que hablar en dichas reuniones es la “reforma de las pensiones”, que está creando gran frustración a la ERT, pues ven muy claro qué es lo que debería hacerse (es decir, su desaparición) pero se quejan de que los políticos no tienen agallas y no se atreven a tomar las decisiones que deberían tomarse. David Cronin también señala que los grandes empresarios no tienen mucha confianza tampoco en cambios en la educación (lo que llaman capital humano), a no ser que se pusiera directamente bajo su mando.
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