“Los lobbies prohibicionistas exageran los riesgos de las drogas”
El profesor de Harvard Jeffrey Miron explica por qué prohibir la heroína o la marihuana es más peligroso que venderlas en supermercados
Jeffrey Miron, de 56 años, se considera un liberal acérrimo. Ha estudiado los efectos de la criminalización de las drogas durante 15 años, piensa que estos se han exagerado siempre y que todos los tipos de drogas deberían legalizarse. Ha sido presidente del departamento de economía de la Universidad de Boston desde 1992 hasta 1998. Actualmente da clases en el departamento de economía de la Universidad de Harvard.
Pregunta. ¿Por qué deberían ser legales la heroína, la cocaína y la marihuana?
Respuesta. La prohibición de las drogas es la peor solución para prevenir su consumo. En primer lugar, trae consigo un mercado negro corrupto y que cuesta vidas humanas. En segundo lugar, impone limitaciones a personas que no consumirían drogas. En tercer lugar, prohibir las drogas es caro.
P. ¿Cómo de caro?
Miron: Si legalizase las drogas, Estados Unidos podría ahorrar entre 85.000 ya 90.000 millones de dólares al año. En torno a la mitad de eso se gasta en las actuales políticas antidrogas y la mitad de eso se pierde en impuestos con los que el Estado podría gravar drogas legales.
P. En el lado de la balanza, hay muchas personas que se volverían adictas a las drogas.
R. Supongamos que el consumo de drogas aumentase como consecuencia de la legalización. ¿Sería malo? Si aplicamos las normas de la economía, eso es (al menos en parte) algo bueno. Cualquier política que me impida hacer lo que quiero empaña mi felicidad.
P. Las drogas conducen a la adicción. Empañan la felicidad de las personas.
R. La adicción no es el problema. Muchas personas son adictas a la cafeína y a nadie le preocupa. Muchas personas son adictas a los deportes, la cerveza o la comida. Al Estado tampoco le molesta eso.
P. ¿El Estado debería tratar los deportes y la cocaína de la misma forma?
R. Los efectos de la cocaína se describen de un modo tremendamente exagerado. Hay banqueros de Wall Street que esnifan cocaína; tienen ingresos altos, acceso a un buen sistema sanitario, están casados y tienen una situación vital estable. Muchos de ellos dejan de tomar cocaína posteriormente. Me da la impresión de que estas personas disfrutan consumiéndola. Luego están las personas que fuman crack y llevan vidas que son muy diferentes de las de los agentes de Bolsa; son personas con pocos ingresos, sin trabajo y con mala salud. Muchas de estas personas tienen un final lamentable. Pero la cocaína no es la culpable de eso. La culpa es de las pésimas vidas que llevan esas personas.
P. ¿Intenta decir que el crack no es nocivo?
R. ¿Es posible consumir crack durante mucho tiempo y luego dejarlo? Desde luego, y hay datos que lo respaldan. Los lobbies prohibicionistas exageran considerablemente para lograr sus objetivos. Las drogas son mucho menos peligrosas de lo que la gente piensa. No está claro que consumir marihuana o cocaína tenga efectos negativos importantes si el producto es asequible, si no tenemos que arriesgar la vida para conseguirlo y si el producto no ha sido diluido en secreto con matarratas.
SIGUE LEYENDO: http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/03/04/actualidad/1362414007_861664.html
Respuesta. La prohibición de las drogas es la peor solución para prevenir su consumo. En primer lugar, trae consigo un mercado negro corrupto y que cuesta vidas humanas. En segundo lugar, impone limitaciones a personas que no consumirían drogas. En tercer lugar, prohibir las drogas es caro.
P. ¿Cómo de caro?
Miron: Si legalizase las drogas, Estados Unidos podría ahorrar entre 85.000 ya 90.000 millones de dólares al año. En torno a la mitad de eso se gasta en las actuales políticas antidrogas y la mitad de eso se pierde en impuestos con los que el Estado podría gravar drogas legales.
P. En el lado de la balanza, hay muchas personas que se volverían adictas a las drogas.
R. Supongamos que el consumo de drogas aumentase como consecuencia de la legalización. ¿Sería malo? Si aplicamos las normas de la economía, eso es (al menos en parte) algo bueno. Cualquier política que me impida hacer lo que quiero empaña mi felicidad.
P. Las drogas conducen a la adicción. Empañan la felicidad de las personas.
R. La adicción no es el problema. Muchas personas son adictas a la cafeína y a nadie le preocupa. Muchas personas son adictas a los deportes, la cerveza o la comida. Al Estado tampoco le molesta eso.
P. ¿El Estado debería tratar los deportes y la cocaína de la misma forma?
R. Los efectos de la cocaína se describen de un modo tremendamente exagerado. Hay banqueros de Wall Street que esnifan cocaína; tienen ingresos altos, acceso a un buen sistema sanitario, están casados y tienen una situación vital estable. Muchos de ellos dejan de tomar cocaína posteriormente. Me da la impresión de que estas personas disfrutan consumiéndola. Luego están las personas que fuman crack y llevan vidas que son muy diferentes de las de los agentes de Bolsa; son personas con pocos ingresos, sin trabajo y con mala salud. Muchas de estas personas tienen un final lamentable. Pero la cocaína no es la culpable de eso. La culpa es de las pésimas vidas que llevan esas personas.
P. ¿Intenta decir que el crack no es nocivo?
R. ¿Es posible consumir crack durante mucho tiempo y luego dejarlo? Desde luego, y hay datos que lo respaldan. Los lobbies prohibicionistas exageran considerablemente para lograr sus objetivos. Las drogas son mucho menos peligrosas de lo que la gente piensa. No está claro que consumir marihuana o cocaína tenga efectos negativos importantes si el producto es asequible, si no tenemos que arriesgar la vida para conseguirlo y si el producto no ha sido diluido en secreto con matarratas.
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