El disco con el mensaje de los terrícolas en las Voyager. / NASA
Tras recorrer 18.000 millones de kilómetros, una, y 14.700 millones la otra, las dos naves espaciales gemelas Voyager están a punto de abandonar el Sistema Solar, de salir de la zona de influencia de nuestra estrella y adentrarse en el medio interestelar. Serán las primeras naves espaciales —operativas— que se aventuren más allá de esa frontera. Partieron de la Tierra en 1977 para explorar los planetas gigantes Júpiter y Saturno en cinco años. Pero siguen funcionando mucho después, varios de sus instrumentos científicos están operativos y se comunican con la Tierra regularmente. Eso sí, sus radioseñales tardan en llegar 33 horas y 40 minutos (la Voyager 2) y 27 horas y 22 minutos (la Voyager 1) viajando a la velocidad de la luz. Para hacerse una idea de lo lejos que están: las señales que envía ahora el robot Curiosity desde Marte, que parece un mundo tan distante, alcanzan las antenas terrestres 14 minutos después de ser emitidas. Eso sí, la estrella más cercana al Sol, Próxima Centauri, está a algo más de cuatro años luz. Hay mucho espacio vacío ahí fuera.
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