31 enero 2012

BUENA REFLEXIÓN Y, ¿SUCEDERÁ ALGO DENTRO DE DIEZ MESES? ME MUEVO ENTRE EL ESCEPTICISMO Y LA EMOCIÓN

Como ya he contado en alguna entrevista, en la época de la burbuja de Internet me tocó elegir entre decir la Verdad y conservar mi estatus económico. En aquella época me había hecho un nombre en el mundillo del periodismo informático/Internet y ganaba una pasta como freelance; me ofrecieron llevar un coleccionable para el grupo El Correo (El Semanal) y manejaba un presupuesto de 800.000 pesetas mensuales para hacer ocho paginitas que, para un chico de barrio, era un pastón. El tema es que mi naturaleza me impidió autoengañarme con las profecías que emitían las propias empresas que sufragaban la publicidad de nuestras revistas y nosotros convertíamos en noticias: sabía que se estaba inflando (estábamos inflando) una burbuja que debía estallar. Así que conocía perfectamente que si contaba la verdad, mi fuente de ingresos se iría al garete.

Y elegí contar la Verdad. Y mi fuente de ingresos se fue al garete. Y tuve que buscarme otro medio de vida.

Cuento todo esto porque ayer, un amigo que organiza el Congreso de Alcoy me trasladaba la pregunta de la gente: “¿y éstos que venden libros y dan conferencias, de qué van a vivir si se acaban?”.

La respuesta es que yo estoy deseando que esta mentira se termine porque sé, entre otras cosas, que cuando llegue el Nuevo Mundo/Nuevo Sistema Monetario, ya no tendremos que preocuparnos del dinero. Lo que no sé si todo el mundo que está metido en la organización de cursos y conferencias recuerda este pequeño detalle.

Estamos a 10 meses de que lo que consideramos como Real, se termine. Incluido el dinero-deuda.

Hace cosa de cuatro años que este movimiento de los congresos de conspiración/mística nació y un servidor tuvo bastante que ver cuando le animé al organizador del Congreso de Ciencia y Espíritu a que hiciera esa labor. Todo sucedió así: me habían invitado a hablar a un Congreso de Chamanes en Barcelona cuyo organizador hizo cosas con su equipo que a mí no me gustaron y decidí que se podía mejorar la idea, mezclando la Conspiración con el tema espiritual (que es lo que vengo haciendo desde hace 8 años). Mi propia página, que por entonces ya tenía más de 100.000 lectores, podía ejercer de propagadora del evento. Tras ceder parte de mi tiempo de la conferencia al dúo Celades/Jover, entendí que el empresario, ávido lector de mi página, era la persona indicada para llevar esa idea adelante y le ofrecí mi apoyo, asesoramiento, contactos y publicidad para realizar el primer congreso. Sólo le dije una cosa, teniendo muy presente lo que había pasado con la “Burbuja de Internet”: “que esto no se convierta en un negocio ni en una forma de vida. El objetivo es que en poco tiempo ya no haga falta organizar estos congresos porque habremos llegado al Nuevo Tiempo”.

Y lo cierto es que, en ese sentido, no me equivoqué. La labor de este hombre ha supuesto un auténtico empujón para este tipo de información y hoy, gracias a los congresos y los vídeos, se ha convertido en una Tendencia, al menos en España, donde han proliferado ideas parecidas.

El problema, como pasó con el periodismo de la burbuja de Internet o los cursos de la Nueva Era es que, al final, los medios se confunden con los fines y se olvida para qué estamos haciendo lo que estamos haciendo. De un tiempo a esta parte, se está generando una “protoindustria” de este tipo de Congresos que está generando competitividad, celos, envidias y trampas, y está olvidando cuál es el fin para el que fueron creados: cambiar el Mundo en el que vivimos por otro donde reine la Justicia.

Y el fin está muy cerca. A apenas 10 meses.

En estos días, me empiezan a llegar convocatorias para congresos, cursos y actos públicos que se celebrarán este año.
Más gurús con mensajes, meditaciones, palabritas mágicas y visualizaciones para conseguir… No sé el qué. ¡Pero no tenéis suficiente con las ochocientasmil meditaciones que ya conocéis!

El Mundo está a puntito de meterse en una guerra nuclear (Irán), la economía al mando de un puñado de locos ha quebrado y la solución que tienen es colocarnos un chip y, por si fuera poco, existen bastantes posibilidades de que nuestro Planeta se enfrente a una gran catástrofe dentro de 10 meses y unos cuantos siguen mirando a otro lado, como si tal cosa. Esperando que alguien les resuelva la papeleta con una nueva visualización y otro rayo no sé de qué color.

Creo que es preciso que todos y cada uno de los que organicéis un evento este año,
comencéis el acto recordando el momento tan especial que vamos a atravesar, y que ocurre una vez cada 26.000 años. Sea lo que sea de lo que habléis, hacer consciente a la gente del transcendental momento que vamos a vivir.

Como dijo el entrevistado que coloqué ayer (Bill Wood) y me parece lo más verídico y útil de todo lo que circula sobre el 21 de diciembre del 2012: vamos a atravesar por un cuello de botella en el que convergen todas las líneas del Tiempo.

Eso significa que el Nuevo Tiempo está por escribirse. Existe la posibilidad (real) de que nuestro Planeta se vaya al garete o de que entremos en un Nuevo Tiempo en el que lo considerado utópico sea la Realidad en la que vivamos. En cualquiera de los dos  casos, es bastante improbable que nuestros medios actuales de vida sobrevivan a este Evento Galáctico Trascendental (entre otras cosas, porque muchas profesiones ya no harán falta).

Mucho me temo que lo que marcará que una u otra posibilidad sea Real, será el grado de Verdad en el que esté el Planeta en ese día. Si la Mentira supera a la Verdad, este Planeta no superará la prueba. Si la Verdad supera a la Mentira, entraremos en la siguiente “pantalla” del videojuego.

Continuar reproduciendo esquemas del Viejo Tiempo en forma de competitividad es, por tanto, completamente absurdo. Tan absurdo como que estamos a 10 meses de que todo se acabe.

Estaría muy bien levantarnos cada mañana con ese pensamiento, para que nos dé fuerza para decir la Verdad, toda la Verdad y nada más que la Verdad.

PD: Con una sencilla regla de tres, estamos a 0′00346% de que se cumpla la cuenta de 26.000 años.

Fuente: http://www.rafapal.com/

No hay comentarios: