No es un cheque en blanco
El bipartidismo ha muerto. Ahora llega el monopartidismo: un escenario donde la líder de la oposición al poder de Rajoy va a ser Esperanza Aguirre (o Angela Merkel). Es el resultado de una debacle del PSOE, más que de un éxito arrollador del PP, que apenas ha convencido a medio millón de votos más de los que Rajoy ya tuvo en 2008, cuando perdió. Los socialistas se han estrellado con su peor resultado electoral de toda la democracia, por debajo incluso de los 118 escaños de Felipe en 1977. Retroceden casi cuatro millones y medio de votos. De los añicos socialistas renace IU y crece con fuerza UPyD.
El Parlamento logra un nuevo récord: el de mayor número de partidos con escaño,13 siglas diferentes; más incluso que durante la transición. Son pocos para lo fragmentado que ha quedado el voto de izquierdas, que paga caro su división. Es flagrante la injusticia del sistema electoral y clama al cielo casos como el de Equo, que consigue más de 200.000 votos que no suman siquiera un escaño (sin contar a su aliado, Compromis, que sí entrará).
El hundimiento del PSOE no es sólo responsabilidad del candidato, Alfredo Pérez Rubalcaba; también de la crisis y de cómo la gestionó Zapatero, especialmente durante el último año y medio, desde aquel fatídico mayo de 2010. Pero, ante este desastroso resultado, quien fuera el vicepresidente primero del Gobierno no puede hoy pretender que la inevitable renovación que necesita el socialismo español no pase también por él.
Fuente: http://www.escolar.net/MT/archives/2011/11/no-es-un-cheque-en-blanco.html
El Parlamento logra un nuevo récord: el de mayor número de partidos con escaño,13 siglas diferentes; más incluso que durante la transición. Son pocos para lo fragmentado que ha quedado el voto de izquierdas, que paga caro su división. Es flagrante la injusticia del sistema electoral y clama al cielo casos como el de Equo, que consigue más de 200.000 votos que no suman siquiera un escaño (sin contar a su aliado, Compromis, que sí entrará).
El hundimiento del PSOE no es sólo responsabilidad del candidato, Alfredo Pérez Rubalcaba; también de la crisis y de cómo la gestionó Zapatero, especialmente durante el último año y medio, desde aquel fatídico mayo de 2010. Pero, ante este desastroso resultado, quien fuera el vicepresidente primero del Gobierno no puede hoy pretender que la inevitable renovación que necesita el socialismo español no pase también por él.
Fuente: http://www.escolar.net/MT/archives/2011/11/no-es-un-cheque-en-blanco.html
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