¿NOS ATACA MARRUECOS? General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez
Todo sigue un camino trazado minuciosamente que solo ellos saben cómo recorrerlo, con qué armas y esfuerzo. El tiempo no es como el que nosotros hemos inventado. Es eterno, sin ayer ni mañana. Donde todo es posible y existe siempre.
Marruecos cierra las aduanas de Ceuta y Melilla y aparece de nuevo con renovada fuerza el «Comité para la Liberación de Ceuta y Melilla». En el recuerdo: La Marcha Verde, Perejil, el Sáhara. El Estrecho.
Annual y Alhucemas son una reciente historia que el Gobierno de España ha olvidado ofendiendo a todos los que regaron con su sangre aquellas tierras. El Gobierno del señor Sánchez es cobarde e ingrato, inmoral ante la historia que deshonra con cobarde desprecio. Tienen miedo a Marruecos. Así de simple.
¿Será algo personal? Una nación no debe asumir miedo, sino ser capaz de disuadir y defenderse. A día de hoy Marruecos militarmente no es enemigo declarado, sino invisible enemigo y amenazante amigo. Muy íntimo. Dispone de sutiles ardides, derivadas de la guerra, formas oscuras del combate. Presiona cuando quiere, como gusta y sin control.
Preocupa Marruecos. Es maestra en la guerra híbrida y es probable que ya la haya iniciado. Está a la vista. Su complejidad divide a la mismísima población española. Discusión innecesaria porque imparable sigue su proyecto sin plazos. Digamos una cosa o la contraria, la amenaza es palpable y cada vez más cercana. Entre acogida o invasión, tan parecidos, se mueven parámetros de todo tipo y sería irresponsable que los profesionales de la Defensa y seguridad no los analicen seriamente, sin buenismos ni catastrofismos, sin dejarse engañar, con la diplomacia adecuada y las armas preparadas. En tiempos de paz el hombre con responsabilidades sobre otros debe dormir con la proximidad de la espada. La guerra no deja de ser un lenguaje de la política. Para evitarla se despliega. No siempre da resultado, pero al menos se hace algo preventorio. Lo malo es cuando te invaden porque has dejado la puerta abierta. Y el vigilante les da paso.
Todo lo que ocurre está muy probablemente coordinado y son hilos de la misma madeja. Hoy será Torre Pacheco, mañana el desembarco de Alhucemas a la inversa, por Málaga o por Almería. De hecho está en marcha cada día. En silencio. Un entramado que la Policía y la Guardia Civil conocen bien, pero a los que nadie escucha. Las Fuerzas Armadas son conscientes, pero no hay coordinación entre todos los elementos y cada uno hace la guerra por su cuenta.
Pretender tratar esta compleja situación desde el buenismo político y electoral, el del cortoplacismo de la duración de una legislatura, es de una gravedad irresponsable; no se puede dejar de contemplar, también, como un ataque a España con uno de los procedimientos de guerra, híbrida, bien conocido y en muchas ocasiones ya sufrido en nuestra larga historia con el vecino del sur. Es obligado contemplar la hipótesis más peligrosa: la existencia de un movimiento subversivo bien organizado con poder económico detrás, incluso armado, contra la integridad territorial y desde luego contra la seguridad que exige al Gobierno el adecuado análisis y preparación para su tratamiento a través de las Fuerzas Armadas. Exigencia que contempla la Ley como de obligado cumplimiento. Las Fuerzas Armadas son las responsables de su estudio como amenaza y de su preparación para afrontarla. Suponemos que el planeamiento está hecho y actualizado cada día. Eso es seguro.
Además, al margen de la política del actual Gobierno, la responsabilidad de las FAS les obliga a estudiar las amenazas con prospectiva, por lo que pueda ocurrir en el ámbito de su misión principal: garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional. Cualquier amenaza a la misión principal debe estar estudiada con tiempo y al margen de la política temporal. Las cañas se convierten de un día para otro en lanzas.
Debería preocupar Marruecos y aún más cuando vemos su firme alianza con EEUU e Israel. España en estos momentos está sin aliados en lo militar. Estados Unidos ha roto con nosotros y ordenado a la Directora de Inteligencia Nacional, Tulsi Gabbard, revisar urgentemente los acuerdos de intercambio de Inteligencia con España, base de cualquier Defensa, a la vez que los presidentes de las comisiones de inteligencia del Congreso y de la Cámara de Representantes piden a la Administración Trump que revise los acuerdos de intercambio de información. A Europa nada le preocupan Ceuta, Melilla, Peñones, y el Estrecho está en manos de Reino Unido, Marruecos y Estados Unidos. No somos fiables. Hay datos fehacientes que en caso de la más mínima escalada de inseguridad en el Estrecho todo el control pasará a manos del Reino Unido sin contar para nada con España.
No es de extrañar cualquier maniobra de presión de Marruecos sobre Ceuta, Melilla, Peñones, incluso Canarias, y que nuestro débil Gobierno acabe por compartir los deseos marroquíes y ceda a sus pretensiones. Máxime si el tema no está minuciosamente estudiado y preparada la respuesta.
A día de hoy Torre Pacheco ha sido una compleja maniobra de guerra híbrida. Al menos es necesario que el Mando de Operaciones del Estado Mayor de la Defensa, así lo contemple y estudie. Es una hipótesis que no debe olvidar y que, su estudio y respuesta, responde a su misión constitucional más allá de las baldías declaraciones de amistad y acogida. El momento nadie lo sabe. Por ahora ha sido un simple ejercicio táctico, pero debemos ser muy vigilantes.
Los «hombrecillos verdes» existen y, probablemente, están todos, repito, todos, controlados por la Dirección General de Estudios y Documentación de su nación. Están llamados a luchar cuando se les ordene.
¿O es que estamos ciegos, mudos y sordos? Las tácticas y procedimientos no se le escapan a ningún experto en estos movimientos subversivos. Todos responden a los mismos criterios de dirección, desde la kale borroka a los CDR. Todo ello está enlazado de manera evidente con movimientos relacionados con “Antifa”. El peligro sería nuestra ceguera o los indultos y amnistías que así se le llama ahora a la traición. Algo que deberían estudiar los jueces, igual que los militares con las tácticas y procedimientos. Si es que les dejan.
En suma, para conquistar Ceuta y Melilla, Marruecos no necesita carros de combate, sino primaveras árabes o intifadas que separen, de facto, el barrio del Príncipe o cualquiera otro en Ceuta. Un desastre permitido por nuestro gobierno y, como nos descuidemos, amparado por los EEUU. No sería la primera vez y esta está confirmada.
Igual que Perejil, hay por ahí un documental que lo explica de cabo a rabo, fue un “test” y tuvo su corolario en un atentado que cambió la historia de España. ¿Resulta aventurado pensar que Marruecos prepare acciones ante un hipotético cambio de gobierno en España que sentase en la Moncloa alguien al que no puedan extorsionar? ¿Alguien menos cercano a sus intereses? ¿Resulta aventurado, una vez que ya sabemos que en Torre Pacheco dominan las técnicas de bloqueo y emboscada, que pensasen ahora en una reedición de la Marcha Verde, esta vez en Ceuta o en Melilla?
La situación es de máxima gravedad.
General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez
Blog: generaldavila.com
21 julio 2025
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