13 agosto 2013

El mundo de la respiración aeólica

 


Narom nos ofrece una nueva forma de respirar: La Respiración Aeólica.
 




Descubrió que, bajo los efectos de las plantas sagradas, el cuerpo varía el ritmo de la respiración de forma automática. Y se dio cuenta de que en los estados más profundos de percepción no ordinaria, en algunas ocasiones, la frecuencia de respiración llegaba hasta 220-260 IE (inspiraciones-espiraciones) al minuto, -taquipnea-. Asimismo observó que, en otros momentos, el flujo era de 50-60 IE al minuto, pero mucho más profundas que las anteriores. También vio que, en otros momentos de la sesión, la respiración era normal (5-8 IE), o por debajo de lo habitual -bradipnea- (1-2 IE).

Así comenzó a trabajar y experimentar, en estado ordinario, este tipo de respiración consciente. También descubrió que si, antes de realizar una sesión, se estimula al cuerpo con masajes y elongaciones, los resultados son aún mayores.

La respiración Aeólica permite alcanzar estados alterados o acrecentados de conciencia sin la ayuda de plantas. Dependiendo del tiempo y de la intensidad, el flujo respiratorio acelera nuestro organismo y nos permite vislumbrar un mundo de percepciones, emociones y sentimientos no experimentables en situaciones ordinarias.

Las sesiones de respiración siempre están acompañadas de música: ritmos, melodías armonías... formando un todo indivisible con las inhalaciones y las exhalaciones. Un viaje a la conciencia, a través de la respiración y el masaje.
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Procesos fisiológicos:


"...No tratándose realmente de una necesidad de oxígeno, se introduce una cantidad de aire superior a las necesidades del organismo. Lo que se consigue es eliminar un exceso de anhídrido carbónico (CO2) que provoca una "alcalosis respiratoria" (aumenta el pH de la sangre). De forma fisiológica (normal), este cambio en la composición de la sangre hace que se libere menos oxígeno en los tejidos, entonces el corazón de forma refleja aumenta la potencia y frecuencia de sus latidos (taquicardia), que posteriormente disminuyen a su frecuencia normal. También el lugar desde donde se controla la respiración se ve afectado, al haber menos CO2 se debería reducir, aunque no siempre es así, la frecuencia cardiaca (incluso por debajo de lo normal -ligera bradicardia-). A partir de aquí, se desencadenan una serie de fenómenos fisiológicos que suelen empezar con entumecimiento u hormigueo en los dedos de ambas manos aunque ocasionalmente también puede afectarse sólo una de ellas. Si la alcalosis persiste, esta sensación se va extendiendo también a los dedos de los pies, el resto de los pies, la cara y especialmente la zona alrededor de la boca. Menos frecuentemente se pueden producir contracciones musculares e incluso tetania (contracción muscular mantenida), sobre todo en muñecas y tobillos. Junto a lo anterior suele coexistir cierta sensación de adormecimiento, así como de presión y agrandamiento de la cabeza..."

Todos estos procesos desaparecen en el momento en que dejamos de aplicar la respiración Aeólica, y pasamos a un estado de profunda lucidez y percepción.



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Luz para todos.
 
 
 

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