02 noviembre 2012

El militar Martínez Inglés pone contra las cuerdas a Juan Carlos I rey de Bostwana


La Audiencia Nacional procesa al coronel Martínez Inglés por calumnias e injurias graves al Rey
 
 
La Audiencia Nacional ha decidido procesar al coronel Amadeo Martínez Inglés por "calumnias e injurias graves contra la corona" por un artículo publicado en diciembre de 2011 en el digital 'Canarias Semanal' bajo el título "¿Por qué te callas ahora?". En su escrito se dirigía al Rey en segunda persona reclamándole que diera respuesta a cuestiones como su posible participación en el 23-F, la muerte de su hermano en Portugal, el escándalo Urdangarin o al entrega del Sáhara Occidental a Marruecos.
 
 
En el texto lo calificaba de “corrupto”, “malversador de fondos públicos”, “fraticida confeso” y “reo de alta traición”. Ahora, el juez Isamel Moreno ha confirmado un posible delito de calumnias e injurias graves contra la corona y ha dado el paso previo para que se siente en el banquillo. Así, se lo ha notificado a la Fiscalía y al procesado, que tienen un plazo de diez días para formular escrito de acusación solicitando la apertura de juicio oral o el sobreseimiento de la causa.
El coronel, ya en la reserva, ha respondido a esta decisión del magistrado con un duro artículo, también publicado en Canarias Semanal, en el que acusa a la Audiencia Nacional y a la Fiscalía de pisotear su libertad de expresión y sus derechos como ciudadano libre. Asimismo, indica que no se callará y se defenderá de estas “ridículas” acusaciones:

“Ahora, en 2012, dieciocho años después de mis primeras denuncias en libros y artículos periodísticos que nunca la justicia española se ha dignado investigar, a la Fiscalía de ese anómalo y antidemocrático tribunal que se denomina Audiencia Nacional (heredero de aquél nefasto Tribunal de Orden Público franquista) se le ocurre la peregrina idea de abrir la caja de los truenos jurídica, o la de Pandora, o allanar el campo de Agramante (con toda seguridad alentada por un PP borracho de poder cuando decidió tamaña insensatez, recién ganada una mayoría absoluta que le está sirviendo para muy poco) para intentar asustar (esta gente es que es torpe hasta la extenuación, no saben con quien se juegan los cuartos) a este modesto historiador militar que lo único que ha hecho en su ya dilatada trayectoria profesional es contar la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad sobre la desvergonzada y ya caduca personalidad del rey Juan Carlos I. Un monarca que, como colofón a todas sus perrerías institucionales y privadas (golpes de Estado de salón, terrorismo de Estado, corrupción generalizada, enriquecimiento sospechoso, vida licenciosa, aventuras extramaritales públicas…etc, etc) se vio obligado a pedir perdón público a sus asombrados y pacientes súbditos en abril de este año de gracia (la suya) de 2012″.
Finalmente concluye asegurando que está dispuesto a defenderse con “uñas y dientes” de esta “ridícula acusación”. En este sentido puntualiza que “no hay calumnias e injurias cuando se trata de la verdad”:
“Pienso defenderme hablando (y exigiendo que otros hablen también) por los codos y sin pelos en la lengua. Como siempre he hecho y quizá un poquito más. Pero no del artículo periodístico objeto de la denuncia (yo al redactarlo sólo actué de mensajero de la impudicia) sino de los presuntos (todavía) delitos del rey Juan Carlos. Y cada palo, amigos, incluidas la topoderosa Audiencia Nacional y la perruna Fiscalía adyacente, que aguante su vela…”





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